Lo primero que debes hacer es rociar los zapatos de gamuza con un aerosol protector antes de ponértelos
por
primera vez. Consiste en un protector que te ayudará a impermeabilizarlos para que no se manchen con
tanta
facilidad.
Es de vital importancia que tengas un cepillo especial. Se trata de un cepillo de cerdas suaves
especiales
para no dañar el tejido tan delicado de la gamuza.
Lo mejor es probar el cepillo o cualquier producto en una zona del zapato que no sea demasiado visible
para
asegurarte de que es adecuado y no estropeará el material.
Para limpiar zapatos de gamuza en casa con este cepillo, debes hacerlo sobre la superficie bien seca.
Así
eliminarás mejor el polvo y la suciedad acumulada en la gamuza.
Lo primero que debes hacer si se manchan es limpiar la mancha de inmediato mientras todavía esté fresca
con
un papel absorbente. De este modo, evitarás que se siga extendiendo por la superficie del zapato.
Si no puedes hacerlo y la mancha se seca, lo mejor para limpiarla es utilizar una goma de borrar blanca.
Frota suavemente sobre la mancha hasta que desaparezca y utiliza después un paño seco para peinar la
gamuza
de forma homogénea.
Si no consigues que la mancha desaparezca puedes utilizar un poco de vinagre blanco. Para ello, humedece
ligeramente un trapo limpio y presiona con suavidad sobre la mancha del zapato.
El bicarbonato de sodio también puede serte de gran utilidad para limpiar las manchas de tus zapatos de
gamuza. Solo tienes que esparcir un poco de este producto sobre la mancha seca y dejarlo que actúe
durante
dos horas. Transcurrido este tiempo, retira el bicarbonato cepillando suavemente con un cepillo
específico
para gamuza.
Quita la suciedad o los residuos con un cepillo suave para zapatos. Frota suavemente el cepillo contra
la
superficie de los zapatos para quitar los residuos pegados. No frotes demasiado fuerte ya que puedes
dañar
el cuero. Para ser minucioso, pasa el cepillo a lo largo de la costura y de las suelas de los zapatos.
Retira los cordones de los zapatos. Si los zapatos de cuero tienen cordones, sácalos cuidadosamente y
déjalos a un lado. Esto evitará que se manchen con los productos de limpieza o los abrillantadores. Si
están
sucios, colócalos en una bolsa de malla y ponlos en la lavadora para lavarlos o lávalos a mano.
Limpia los zapatos con un paño húmedo y un poco de detergente. Moja un paño limpio y escúrrelo. Añade
unas
cuantas gotas de detergente líquido suave o de limpiador de cuero al paño y frótalo suavemente sobre la
superficie de los zapatos en la dirección de la veta del cuero.
Limpia los zapatos de nuevo con un paño húmedo y déjalos que sequen. Quita el exceso de detergente de
los
zapatos de cuero. Para secar los zapatos, déjalos reposar en una habitación fresca. Evita colocarlos
cerca
de un calefactor, ya que el calor puede provocar que pierdan color o que se agrieten.
Saca las manchas de los zapatos con toallitas húmedas. Si estás en la calle y tus zapatos de cuero se
raspan
o ensucian, usa una toallita húmeda para limpiarlos. Las toallitas húmedas son tan suaves que no dañarán
el
cuero. Sus propiedades hidratantes también ayudarán a acondicionar el cuero.
Quita las manchas de sal con una mezcla de agua y vinagre. Mezcla partes iguales de vinagre blanco y
agua.
Luego moja un paño limpio con el líquido y frota suavemente la superficie de los zapatos. Límpialos de
nuevo
con otro paño limpio y húmedo.
Aborda las manchas de grasa y de aceite con talco. Si tienes una mancha difícil de grasa o de aceite en
los
zapatos de cuero, cúbrela con un polvo absorbente como el talco. Déjalo reposar entre 2 y 3 horas para
que
absorba el aceite y luego quítalo cuidadosamente con un cepillo suave.
Aplica betún en el cuero. Vierte unas cuantas gotas de betún sobre un paño limpio y frota la superficie
de
los zapatos con movimientos circulares pequeños. Limpia el exceso de betún con otro paño limpio.
Simplemente, necesitas agua y un paño húmedo. Frota el zapato con cuidado para quitar la suciedad y los
restos de polvo. Una vez que hayas terminado de limpiarlos, deja secar los zapatos al aire.
Evita mojar el material y utiliza un trapo húmedo para limpiarlo con cuidado.
Para prevenir que la cuerina se agriete, es importante mantener la hidratación del material. Se puede
lograr
esto utilizando una crema hidratante para la piel en toda la prenda. De esta manera, se evitará que la
superficie se seque y que el polvo se adhiera al tejido.
Otro truco útil es aplicar una capa de crema hidratante para darles brillo y protegerlos del desgaste.
Evita exponerlos a altas temperaturas o fuertes rayos solares, ya que pueden dañar su textura y color.
Frota la superficie de nobuk con un paño para nobuk.Normalmente el producto limpiador está integrado en
sus
fibras.
Cepilla la superficie con un cepillo para nobuk. Haz movimientos circulares sin insistir durante más de
unos
segundos sobre una misma zona, ya que un cepillado excesivo podría dañar la fibra.
Limpia las zonas especialmente sucias con un limpiador de nobuk. Pulveriza el limpiador sobre un paño
para
nobuk y frota toda la superficie del calzado.
Frota el nobuk regularmente y usa un protector de vez en cuando. Pasar un paño para nobuk regularmente
evitará que tengas que recurrir al uso de desengrasantes y limpiadores de cuero.
Usa un cepillo de cerdas suaves para eliminar el polvo y la suciedad. Pasa suavemente el cepillo sobre
el
material con pequeños movimientos circulares.
Elimina marcas con un borrador. Para las marcas de raspones, un borrador puede ayudar a eliminar el
color
que se haya quedado en el cuero brillante.
Elimina las manchas difíciles con alcohol isopropílico o vaselina. Pon una pequeña cantidad de alcohol
isopropílico o vaselina en un pedazo de papel toalla o un hisopo. Frota la marca con un poco de fuerza.
Después de 15 a 20 segundos, seca el área con un paño.
Limpia el exterior del zapato con un paño húmedo y jabón suave. Con pequeños movimientos circulares,
limpia
todas las superficies del zapato que sean de charol.
Dales brillo a los zapatos con un paño suave para lustrar. De nuevo, limpia con pequeños movimientos
circulares para eliminar el exceso de agua.
Pon aceite de oliva, aceite mineral o vaselina si los zapatos están pegajosos.Déjalo reposar en los
zapatos
durante 20 a 40 minutos y luego retíralo con un paño seco.
Guarda los artículos de charol en un lugar seguro y seco.